Tiempo al tiempo

Tiempo al tiempo y más de un año después de la última entrada y previo repaso al limbo de los borradores, héteme aquí en el universo de los blogs.

Leo y me horrorizo. ¡Cuantos principios traicionados! ¡Cuanta reflexión acertada que luego no es tenida en cuenta a la hora de actuar!

He vivido, he sufrido, he aprendido, creo que lo he llegado a asimilar y que mis acciones de ahora son más consecuentes con mis principios y mis conclusiones, pero todavía queda por sufrir, porque ya tengo claro lo quiero y lo que soy, una buena persona, inteligente, intuitiva y consecuente con sus ideas.

Esto no es poco y el camino está trazado y la senda es dura, no es fácil para el mundo aceptar una persona de mis características, máxime cuando el aspecto físico no es lo que se dice convencional.

Mucha gente toma el camino fácil, incluso algunas se logran autoconvencer que no hay otro posible, el de la manipulación, la mentira, el chantaje moral, el de la participación activa en asedios y linchamientos y en la maldad puesta en práctica sin consideración, porque a esta persona le tengo ganas, o porque si no lo hago me lo harán a mí.

Claro que sabía que en el mundo había perversidad, lo que no tenía ni idea es que fuese tan generalizada, y no soy partidaria de mensajes negativos, pero la realidad está ahí, a la orden del día, en todos los ámbitos de la vida, ya no se va de frente, esto crea conflictos, problemas y responsabilidades, es más fácil la puerta de atrás.

Y es que la mayoría de las veces no sé para que se toman tantas molestias si con hablar las cosas sinceramente se arreglarían ipso facto, lo único que sacan es dañar a la persona, ahogar su espíritu, y eso ¿de que le sirve a nadie? Se lo que se hace, pero en la mayoría de los casos no se porqué y porqué de ese modo.

Mucha información concentrada, me temo, pero es lo que hay.

Saludos.